Gastro cueva Arte Gaià

El comportamiento térmico es una de sus mayores ventajas frente a otro tipo de construcciones. Gracias a la inercia térmica, este tipo de casas mantiene la temperatura constante durante casi todo el año sin necesidad de aportar grandes cantidades de energía para climatizar los espacios interiores.

En una casa-cueva, el clima interior está muy cerca del confort térmico: cálido en invierno y fresco en verano. La temperatura interior es constante, alrededor de 18º a 23º.

La humedad relativa del aire interior está en torno al 50% que es más sano que en habitaciones con calefacción y con aire acondicionado.

Los inviernos se suavizan en su interior, pues durante el verano absorbe el calor y éste va liberándose durante las estaciones frías. Se aprovecha mejor que en ningún otro sitio las cualidades térmicas de la tierra, cuya temperatura constante ronda los 18° C, lo que hace que el vino se mantenga inalterado por mucho más tiempo, que se conserven los alimentos a temperatura ambiente, sin refrigeración y por tanto sin sabores extraños.